domingo, 7 de febrero de 2010
Fables #92
Por un momento aparcamos todo lo que está sucediendo en la Granja y nos trasladamos al idílico Reino del Refugio. El último partido de la Liga de Baseball enfrenta a los Frog Bombers contra los Gobtown Crushers. todo parece a favor de los segundos ya que les hace falta muy poco para ganar y la peor bateadora de los Bombers es la siguiente en jugar, pero Caperucita batea como no ha bateado nunca, al igual que acababa de hacer el propio Rey Ambrose. Ya sólo queda que batee Weyland Smith, la gran estrella del equipo y los Bombers darán la vuelta al marcador y ganarán el partido. Y entonces...
Mr. Brump hace los tres saques de su vida, elimina a Weyland y gana el partido para los Crushers.
Y como era de esperar llegan las celebraciones, el alcohol, la fiesta descontrolada y el nuevo héroe no es capaz de llegar a casa. Es más, termina en la otra parte del Reino donde una conversación inesperada termina en un voraz asesinato. Y el recién nombrado héroe se convierte en un villano bajo los efectos del alcohol.
Y mientras unos cometen los mayores errores que nunca hayan cometido por culpa de una mala borrachera otros nos dan alguna que otra sorpresa.
Caperucita acompaña al Rey Ambrose (Papamoscas) hasta su alcoba real, la conversación va llevando a una ligera discusión por la más que resignada Caperucita hasta que finalmente Papamoscas se lanza y le da un beso. Claro que las consecuencias no son las que veríamos en una pareja normal. Y al final tenemos una escena un tanto cómica que nunca habría esperado ver protagonizada por ellos dos.
Poco les va a durar el buen humor cuando Papamoscas en su papel de Rey Ambrose tenga que hacerse frente al juicio de Mr. Brump.
El número sirve para alejarnos un poco de toda la tensión a punto de estallar de la trama general de la serie y además nos muestra un poco de la vida diaria del Reino del Refugio, algo que muchos queríamos ver desde hacía tiempo.
Los lápices del número los firma David Lapham (Young Liars) que recrea todo el Reino de Ambrose con un dibujo un tanto caótico al que Lee Loughridge aporta un gran colorido, ilustrando así a la variopinta sociedad local. Se agradecen detalles como el de la tumba de Chico.
Además he de decir que aunque tal vez no sea la más llamativa de todas las que ha realizado hasta ahora a nivel me encanta la portada de João Ruas para este número 92, con todos los personajes principales genialmente caracterizados y a la vez creando ese juego en el que la portada es la reproducción de una foto (con marco y todo) conmemorativa de la victoria de los Gobtown Crushers. Son estos detalles de hacer cada portada especial y llena de pequeños detalles los que demuestran que se merece haberse hecho con el puesto de portadista de la serie.
En el próximo número la resolución. Esperemoa a ver cómo resuleve Papamoscas todo este embrollo y si Willingham no nos tiene reservado algún as en la manga para quitarle de encima la tremenda decisión que supondría tener que juzgar a Mr. Brump por asesinato.
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