miércoles, 30 de noviembre de 2011
Fables #109
El número se abre con la profecía que Ozma hizo de los cachorros (y que los que vimos el cómic de regalo de hace un par de años aún recordaremos), Ambrose finalmente le cuenta a sus padres el secreto que llevaba guardando bastante tiempo y que augura malos tiempos.
En Oz, Bufkin y compañía tratan de encontrar una manera de dar un empujón a su revolución asaltando un búnker lleno de artefactos mágicos, pero son descubiertos mientras tratan de idear un plan y comienza una persecución por el bosque que no augura un buen final.
Mientras, Rosa Roja confirma que la Granja está intacta, esperando que regresen a ella. Y Miss Duglas (antes la enfermera Spratt) y Mr. Holt discuten sobre como Mister Dark está definitivamente muerto, ella al menos está completamente segura de que no va a volver, al mismo tiempo sus entrenamientos continúan, intensificándose y ampliándose.
Y los cachorros se preparan para otra prueba, tratando de encontrar quién sucederá a su abuelo, así podemos vislumbrar un poco más de la auténtica naturaleza de cada uno. el candor inocente de Winter, o la bravuconería de Darien, la melancolía de Conner o las dudas de Blossom, la delicadeza de Therese o la tristeza de Ambrose. Pero los pequeños vientos sirvientes que han de guiarlos y determinar quién ha de ser el nuevo Viento del Norte dan palos de ciego sin saber muy bien qué han de hacer. Paece que el proceso será largo y sin muchos sobresaltos, hasta que los otros tres vientos cardinales hacen acto de presencia con el cierre del número.
La trama avanza despacio, pero nos deja entrever bastante más de lo que habíamos conocido hasta ahora de cada uno de los cachorros, el arte es una gozada, y el diseño de cada uno de los vientos cardinales una auténtica maravilla. Éste se vaticina como uno de los arcos más sólidos e interesantes de la serie cuando aún sólo estamos por la mitad.
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