Los Diarios de Villa Fábula

viernes, 29 de julio de 2011

Fables #106


Con una portada que ya vaticina el final del pequeño coqueteo con los superhéroes, este número 106 añade una pirueta mortal al ya inesperado giro final del número precedente. El Viento del Norte no llamó a Mr. Dark para luchar contra él, sino para llevárselo una vez que había invocado su Cofre de Vientos Primordiales, la única forma en la que puede "morir" al encerrarse dentro de él.
Tras los momentos iniciales de desconcierto cuando cae la barrera que protege el Reino del Refugio El Rey Ambrose (Papamoscas) cae en la cuenta de que no percibe la presencia de Mr. Dark, se ha ido definitivamente. Es entonces cuando llega Lobo y explica a los presentes lo que ha pasado, su padre se ha llevado a Mr. Dark con él.
Las reacciones son muy distintas. Brock Blueheart está convencido de que el Chico de Azul volvió en toda su gloria y les salvó, aunque algunos miembros de su propio culto parecen ponerlo en duda. Ozma parece casi decepcionado al ver que ésta no era su oportunidad para hacer grandes cosas. Feroz parece desconcertado por el último acto de su padre, el cual rompe con todo lo que creía de él.
Y por fin tenemos a Rosa Roja en conversación con quien ha estado moviendo los hilos durante mucho tiempo en favor de Villa Fábula. Esperanza, uno de los grandes poderes, que dirigió durante mucho tiempo a Blanca y que luego hizo que Rosa se levantase en el momento correcto, deja claro el peso que ha tenido ella en la salvación de todo Villa Fábula, así como de los duros tiempos que están por llegar.
Y como cierre tenemos un pequeño atisbo del próximo arco argumental. Ahora que Boreas, el Viento del Norte, ha muerto es necesario encontrar a su sucesor. Feroz no es un viento, pero sus hijos podrían serlo. Así que uno de ellos herederá su título.

En cuanto al arte del número poco puede decirse sobre la calidad siempre creciente de Mark Buckingham. Toda la secuencia del Señor Norte arrastrando a Mr. Dark con él es sublime. La expresividad de todos los personajes, desde el pequeño cameo de Frau / Belleflower aterida de frío hasta el primero aterrado y luego increíblemente aliviado Papamoscas, o la serena y dulce Esperanza. Cada vez consigue ser más expresivo con menos trazos. Y eso sin contar con su propia versión de la portada. Algo que ya hizo más de una vez en El Buen Príncipe.

Ahora que el gran enemigo ha desaparecido es tiempo de ver qué nuevos horrores puede desencadenar la reconquista de las tierras natales, y cómo las luchas internas pueden tal vez ser peores que las externas.

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