Trampas dentro de trampas dentro de trampas.
Cenicienta sigue revelándonos más detalles sobre aquella misión en la que casi pierde a Blancanieves en Suiza y en la que dio por muerta a Dorothy al hacerla caer por un acantilado mientras seguimos su viaje en dirigible sobre el mortal desierto de Oz.
En un momento de distracción de sus captores Iván Durak se libera y en un ataque de valentía los tira del dirigible, pero ya hay aquí algo que empieza a oler raro, parecían casi preparados para que algo así ocurriera. Pero Cenicienta no sabe nada de ello, así que se deja llevar por una noche de alcohol y placer con Iván para llevarse una terrible sorpresa al despertar. Al parecer su compañero de desventuras no era realmente Iván Durak, él lleva mucho tiempo muerto, si no su propia archienemiga bajo la forma de él. Las zapatillas de plata de la Malvada Bruja del Este sí que parecen conceder cualquier deseo con sólo hacer chocar sus talones un par de veces y no sólo el de volver a casa.
Así que Cenicienta, que esperaba una trampa que la llevase directamente hasta Dorothy, se encuentra con una trampa dentro de otra, y eso la deja en la horrible situación de estar atada en presencia de su peor enemiga en medio del desierto más mortal de todas las tierras natales. Veremos cómo consigue salir del atolladero en el número final de la miniserie.
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