Después de algo de investigación, un poquito de sexo y algunos parajes exóticos ya nos tocaban patadas a punta pala. Pero eso no quiere decir que el cuarto número de Cinderella: From Fabletown with Love no tenga sus propias revelaciones.
Dejados a su suerte para morir ahogados entre un buen montón de lodo Cenicienta y Aladino parece destinados a un horriible final. Pero gracias al barazalete de Cenicienta pueden pedir algo de ayuda. Así que ahora son ellos dos más el Gato con Botas, el cual parece tener una deuda bastante grande con Cenicienta.
Una vez liberados de sus ataduras y salvados de morir bajo el lodo llega la hora de los guantazos. Primero noquear a un par de ghouls, luego hacerse con las armas de contrabando y finalmente pararles los pies a las antiguas esclavas de la Otra Bagdad, que cuando ganaron su libertad en Villa Fábula descubrieron que en este mundo las mujeres no eran tan libres como ellas esperaban. Y ahí es cuando finalmente descubrimos los auténticos planes de las tres mujeres. Intercambiar armas por objetos mágicos hasta amasar el suficiente poder y dinero como para reclamar para sí un mundo de los tantos que ahora no tienen quién los gobierne tras la caída del Imperio.
Mientras en Villa Fábula los problemas de Crispin empeoran. Ninguna de sus clientas puede sacarse los zapatos mágicos que él las vendió. Ni parar de hacer aquello para lo que los zapatos estaban diseñados. Y parece no haber solución a la vista.
Así que dejamos a Crispin con un señor problemón y a Cenicienta y Aladino camino del mundo de Thule, donde su nuevo gobernante trafica con armas y magia para asentar aún más su poder. ¿Acertaríamos quién es si apostásemos por algún nombre?
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