Los Diarios de Villa Fábula

lunes, 7 de diciembre de 2009

Jack of Fables #40


Y finalmente llegamos al punto de paso de las aventuras de Jack a la aventuras de Jack. Todo este arco ha sido el nexo de unión definitivo entre la primera parte de Jack of Fables, cuyo cúlmen fue el Gran Crossover donde se dio desenlace a las tramas de los literales. Tras el carpetazo a todos esos treinta y pico números era hora de algo nuevo, y Jack hijo hereda la serie de Jack padre. O al menos eso promete el cierre del número.
Pero antes centrémonos en qué pasa en esta cuarta parte y final de las Nuevas Aventuras de Jack y Jack.

Por una parte Jack Horner es ya todo un dragón al cual cuida y alimenta Gary, comprando una vaca al día para que pueda comer. Ahora lo único que Gary puede hacer es leer, algo que no agrada mucho a Jack que no quiere que haga nada de nada, ya que él no hace nada de nada. Aunque curiosamente es el hábito por la lectura de Gary el que da con la respuesta de porqué ahora Jack es un dragón, claro que no parece haber una solución a corto plazo.

Por su parte Jack Frost se enfrenta al gran hechicero que debía derrotar para salvar a toda la gente del Bosque, tanto mosntruos como humanos. Y después de todo tipo de trucos y artimañas Jack vence por un derrumbe. Nunca provoques un terremoto si tu torre del mal no tiene unos buenos cimientos. Y todos contentos. MacDuff, había conseguido cerrar satisfactoriamente las negociaciones entre los Monstruos Caminantes de la Noche y los humanos. Y todos brindan a su salud. Ya sólo queda que el héroe se case con la chica...
Pero parece que en lo que a escarceos románticos de una noche padre e hijo si se parecen.

En el próximo número ya sólo tendremos a Jack Frost. Nuevo salto de mundo, nueva aventura. Veremos en qué termina este "aire fresco" para el spin-off más longevo del cuentiverso.

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