Los Diarios de Villa Fábula

miércoles, 28 de mayo de 2008

Jack of Fables #22


Una de las cosas que le he estado achacando a la serie de Jack es el hecho de que cada dos por tres nos cuentan historias que nada tienen que ver con la trama principal y que hacen perder ritmo a la serie. Pues bien, estamos ante una de esas historias, pero esta vez no me voy a quejar, porque el parón merece la pena de verdad.
Este número es la primera parte de tres del Western que nos cuenta las aventuras de la banda de Jack Candle en el Salvaje Oeste y de cómo un Sheriff venido del Este (Lobo Feroz, por supuesto) le sigue con la intención de detenerle.
Es uno de los números más serios que hasta ahora ha tenido Jack of Fables, y eso no es algo malo, sino todo lo contrario, la historia es amena, agradable de leer y, a mi entender, mejora la media algo descendente de los últimos números. Vemos a un Jack menos estúpido y más pícaro, un buen bandolero que no tiene reparos e matar incluso a los suyos. Vamos el Jack de los principios de Fábulas, al que igual se echaba un poco de menos. Que aún siendo un poco capullo, aún no se le habían subido demasiado los humos.

Además Tony Akins dibuja uno de sus mejores números. Sin perder su estilo caricaturesco consigue mucho juego y expresividad en los personajes. Y se ve que las escenas de huidas a caballo y disparos le gustan lo suyo. Y atención a su Lobo Feroz, que es casi calcao al de Buckingham en algunas viñetas.

La historia nos deja sabiendo que Lobo no está muerto pese al intento de Jack y su banda por liquidarle, y a Jack huyendo porque él mismo debe de creerlo así. Ya veremos como se las arregla Lobo para cazarle.

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