Y tuvimos la charla paternal. Bueno si a los anti-consejos sentimentales de Jack se pueden considerar una charla paternal. Tal vez lo único salvable sea lo de no liarse con las hermanas, pero eso hasta el inocentón del nuevo Jack Frost ya lo sabría. Así que cuando las cosas se calientan tenemos a un Jack congelado (Horner) y a otro (Frost) atacado por una jauría de enfurecidas fábulas animales que no comprenden que su Chico de Azul no es Chico de Azul sino Jack (Horner).
Así que Bestia, el rey Cole y Bella interceden y aclaran unas cuantas cosas sobre porqué Jack es Jack y no Chico de Azul y porqué Rosa ha mancillado su doncellez en lugar de esperar el regreso de Chico.
Vamos, que como era de esperar, llega Jack y la Granja patas arriba, llega otro Jack y se termina de dar la vuelta.
Esto lleva a que Jack y Rosa terminen refugiados en la Mansión de los Lobos para evitar que las fábulas animales los destrocen, lo cual termina extendiendo los anti-consejos de Jack (Horner) a un grupo de cachorros que termina aprendiendo a jugar al póker.
Y de nuevo otra charla paterno-filial de Jack y Jack (ambos dos, Horner y Frost) en la que Jack (Horner) determina que no pueden tener nin guna charla hasta que Jack (Frost) termine una auténtica búsqueda heroica. Así que de un plumazo Jack (Horner) se deshace de su hijo por medio de una treta que le encamina en la búsqueda de Kevin Thorn.
El cual por su parte tras matar a su hermano gemelo se dispone a reescribir al fin su obra magna, hasta que Sambo se lo impide haciéndole ver que no puede comenzar una nueva historia manchándola con la sangre de la anterior. Así que de por medio de otra treta Sambo gana algo más de tiempo antes de que llegue el fin del mundo cuando sólo quedan dos números para que termine el Gran Crossover.
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