Y la Guerra por las Ramas Doradas se acabó, pero antes... Rescates, Altos al Fuego, Traiciones, Fábulas Reaparecidas, Más Traiciones, Rendiciones y auténticos castillos de fuegos artificiales.
Y es que siendo un número de Jack of Fables no podíamos esperar que la guerra terminase así sin más.
Primero asistimos al rescate de Gary, la Falacia Patética, que cayó en medio del campo de batalla, abatido por un dardo tranquilizante. Aún está vivo, pero completamente fuera de juego.
También somos testigos de como algunas de las fábulas que han recuperado su memoria corren desbocadas matando fantasmas a diestro y siniestro durante lo que debía ser un alto el fuego. Y a la ¿re?aparición de Carl el Cuarto Cerdito, el que construyo su casa de tela (digo yo que sería una tienda de campaña).
Durante la negociación entre Mr. Revise y Mr. Bookburner vuelve a quedar patente el poco buen hacer de Jack a la hora de arreglar problema o al menos no causar más. Seis tiros no bastan para matar a un Literal, y la paciencia de Bookburner (o tal vez el regodeo) es más que desmedido ante el comportamiento de Jack. Tras la negociación pasan de tener dos horas para rendirse a quince minutos. En ese tiempo es imposible que todas las fábulas del Refugio recuperen su memoria y se pongan en acción.
Sólo queda una posibilidad. Las hermanas Page discuten y entonces...
Las Ramas Doradas se rinde, Raven guía a Bookburner hasta el centro del refugio junto con su ejército de fábulas fantasma. Pero el refugio está vacío, todo ha sido una trampa. Es entonce cuando las hermanas Page liberan a tres viejas divinidades nativoamericanas y todo vuela literalmente por los aires.
Y según dicen, nadie volvió a ver a Bookburner.
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