Los Diarios de Villa Fábula

jueves, 17 de mayo de 2007

Fables #61


Con este artículo inauguro el apartado de reseñas de los Diarios. Recomiendo encarecidamente a todos los que no hayáis leído aún el número 61 (o no vais a ritmo de la edición en inglés) que no leáis el artículo que sigue si no queréis reventaros más de una sorpresa, y no sólo de este número sino de varios aún no publicados en castellano.
Sin más dilaciones, vamos allá.

En el apartado gráfico tenemos continuidad respecto a los anteriores números. Echo en falta el detallismo que tenía Mark Buckingham en las sagas de La Marcha de los Soldados de Madera, Tierras Natales o Arabian Days (And Nights), esta última aún sin editar en castellano, pero el dibujo es correcto y tan expresivo como sólo Mark sabe hacerlo.
En cuanto a la historia, fantástica. Ni una sola viñeta está de más. Y además nos encontramos con varias revelaciones y desengaños.
Para empezar el Chico de Azul pone las cosas en claro a Papamoscas, sus planes de invadir las Tierras Natales por su cuenta y riesgo no son posibles. Él solo no puedo, ni podrá hacerlo. Y desde luego él no va a ser quien le enseñe a manejar la Capa Encantada y la Espada Vorpal para ir de cabeza al suicidio. No cuando es la única fábula pura e inocente que llegó a nuestro mundo. Sinceramente la charla es conmovedora, y cualquiera con un mínimo de empatía con Papamoscas sentirá un escalofrío y la tristeza y angustia de éste.
Luego están las revelaciones de Frau Totenkinder. Creo que si hubiésemos hecho apuestas sobre quienes eran sus espías en el Imperio nunca lo habríamos adivinado. ¡Entre un sexto y un quinto de los propios soldados de madera! Una de las jugadas más inteligentes de Frau (y de Bill). Es cierto que su espionaje está limitado a lo que los soldados miren cuando ella se conecta a sus ojos, pero es sin duda uno de los mejores sistemas de espionaje nunca vistos. Cabe destacar que el búho que tantas veces hemos visto en el taller de Geppetto es una figura clave en este juego. Sobre todo ahora que los habitantes de Villa Fábula saben de los planes de la Reina de las Nieves para su Guerra / Apocalipsis en 3 años.
La parte de Bufkin y el Caballero Perjuro es hilarante y reveladora. Creo que tampoco nadie esperaba que quien se escondiese bajo la armadura no fuese otro que el propio Sir Lancelot, maldito bastante tiempo atrás (seguro que en breve conoceremos su historia con más detalle).
El viaje de Papamoscas comienza, tal vez dentro de muy poco ya sólo podamos llamarlo Ambrose.

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